La felicidad, como he dicho y expuesto en otras disertaciones es un término muy relativo ya que este sentimiento o estado depende principalmente para mí de una idea: actuar y comportarse conforme a nuestra forma de pensar y en consecuencia con nuestros ideales. La pregunta que me formulo después de darle vueltas a este tema es si la filosofía puede contribuir a la conquista de mi felicidad. Es un hecho objetivo que la filosofía se encarga de responder a las preguntas que nos hacemos las personas, pero ¿significa eso que obtener respuestas a mis preguntas me va a ayudar a ser más feliz?, ¿qué relación tiene la felicidad con la filosofía?, ¿por qué me va a ayudar a ser más feliz?, ¿es por este motivo por el que nos imparten la asignatura de filosofía en bachiller?.
Toda persona busca ser feliz, esta búsqueda es dura y difícil y muchas veces este continuo intento nos aleja más o nos hace sentir mas distantes de este estado o sentimiento. La persona humana desde que es ser racional se ha formulado preguntas que antiguamente eran contestadas basándose en la mitología y la magia, pero llegado el momento unos intelectuales se dieron cuenta de que debía haber una respuesta a esas preguntas, respuesta que era consecuencia de un razonamiento y de esta forma tuvo lugar el origen de la filosofía y con ella de los filósofos. A lo largo de la historia nos encontramos con muchos filósofos y pensadores muy importantes como Platón, Aristóteles, Freud pero ¿consiguieron ser felices en algún momento de sus vidas?, y si hubiese sido así ¿tuvo algo que ver la filosofía?.
La filosofía nos enseña a ser capaces de preguntarnos sobre lo esencial, a ser capaces de pensar para desarrollar las consecuentes respuestas y sacar nuestras propias conclusiones, esta capacidad nos ayuda a ser personas más independientes y obtener una madurez mayor en las respuestas que fundamentan nuestros ideales, no siendo este proceder consecuencia exclusiva de una forma de pensar inculcada desde que somos pequeños, sino de una forma de pensar razonada y que hacemos propia. Ello me lleva directamente a la conclusión afirmativa de que la filosofía si contribuye a la conquista de mi felicidad. No obstante, para mi la filosofía en si misma no es capaz de responder a todas las preguntas que nos formulamos, lo cual puede en ocasiones provocarnos dudas e inestabilidad, de tal forma que si solo nos aferramos a este método de comprehensión nos puede alejar de la felicidad, por eso en mi opinión debemos intentar contestar a nuestras preguntas de las diferentes maneras o mediante las distintas vías o métodos que conozcamos, intentando siempre la búsqueda de la idea más razonada posible: siempre lógicamente tendrá una perspectiva subjetiva.
Mi conclusión final ante la pregunta formulada tiene que ser afirmativa ya que la filosofía nos ayuda esencialmente a pensar, a formularnos preguntas que probablemente sin ella no sería factible y este ejercicio razonado sobre el ser humano, sobre la persona y el ser nos ayuda en la búsqueda real de nuestros pensamientos y en definitiva a dar sentido a nuestra existencia, para mí extremo básico que da la felicidad.